miércoles, 11 de abril de 2012

EL APUESTO VISITADOR

Zángano (apuesto visitador) en colmena
Cada una estaba dedicada a sus tareas. Las guardianas en la puerta, las aguadoras reponiendo líquido y humedad en la colmena, las ventiladoras manteniendo la temperatura, las limpiadoras retirando desperdicios, las nodrizas vigilantes a los nuevos nacimientos, las asistentas ayudando a la reina, las pecoreadoras descargando polen o néctar para que otras lo almacenaran, las cereras construyendo más panal,… La colmena era un hervidero de actividad. Entonces entró él, sonaba muy fuerte, y era mucho más grande que nosotras, pero era ¡taaaaaaan guapo! Venía de la colmena vecina y al poco se volvió a marchar.

martes, 10 de abril de 2012

LA SED

Abejas recogiendo agua
No recordaba haber tenido tanta sed en toda su vida, y es que hacía tanto calor, que todo el agua no era suficiente para calmar la sed y mantener la humedad dentro de la colmena. Iba una y otra vez a la orilla de aquel remanso del río, que tenía una playa de arena en la orilla, donde se podía beber aún mejor. Pedía ayuda a otras compañeras cada vez que volvía a la colmena cargada de agua, porque a pesar de que cada vez eran más las que se dedicaban a esa labor en la colmena, no parecía ser nunca suficiente.

LA DANZA

Abeja en flor de manzano
Salió temprano aquella mañana porque casi no había hecho frío aquella noche y por eso la temperatura era muy suave desde bien pronto. Era una exploradora, y ya había visitado ese mismo manzanal ayer, y por lo que estaba oliendo hoy también tendrían sustancioso polen que llevarse a la colmena. Volvió enseguida a casa, y allí les danzó a todas con su bonito baile del ocho, dónde estaba aquel delicioso polen, cuánto había y la dirección a la que debían ir para encontrarlo. Una vez contemplado el baile, salieron un grupo de ellas al trabajo, contentas de cumplir con su deber.

lunes, 12 de marzo de 2012

LA MUDANZA

Aquella mañana, después de pasar la noche al sereno en un carrasco, todas apretujaditas, dándonos bien la mano, sin dejar de proteger a la reina ni un solo instante, sintieron que su recién estrenada jefa las indicaba dónde deberían instalarse en su nuevo hogar. Se oía un murmullo de júbilo entre todas, pero poco a poco se fueron desperezando y partiendo a sus obligaciones en la nueva colmena. Al principio todas se dedicaron a limpiar, la colmena había estado vacía y hacía falta una limpieza a fondo, mientras que la reina se dedicaba a inspeccionar el próximo lugar para empezar a poner huevos inmediatamente.

lunes, 5 de marzo de 2012

UN DÍA MÁS

Reina y obreras
Ahora ya sólo eran unas pocas las que quedaban al cargo de la Reina, la atosigaban en su labor diaria. Siempre detrás de ella, siempre atentas a lo que pudiera necesitar, sin hacerse notar, sin ruido. Mmmmmm, era tan delicioso el olor de mamá que hubieran ido con ella al fin del mundo, siguiéndola. Aquel día del principio de primavera lo dedicaron a preparar nuevas celdas, unas grandotas en las que luego mamá pondría un huevo del que saldría a los 24 días un zanganito aturdido, que muy pronto estará dispuesto a comer y comer hasta el fin de sus días.