EL OSO Y LAS ABEJA
Llegaba el oso goloso
con su suave andar,
como de pisar uva,
a la hora de vendimiar.
Miró por los alrededores
pues quería merendar
y vió una colmena
con toda su actividad.
La abejita vigilante dio la señal,
diciendo a sus compañeras:
¡Ahí viene el oso glotón,
la despensa preparad!
Salieron en comitiva,
la primera la abeja real
y le entregaron al oso,
la miel de un panal.
"¡Qué rica merienda!"
decía sin parar
"Si yo supiera, este manjar preparar
no tendrían las abejas tanto que trabajar".
Las abejas que lo oyeron
a cientos dijeron:
"¡Mira el bueno del oso,
además de goloso,
tiene un corazón precioso!".
El oso goloso. Abejicuentos. |
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