Nació en septiembre, cuando el sol ya calienta desde lejos y hace fresquito por las noches. Sólo unas pocas nacieron con ella, las demás abejas ya tenían profesión y parecían saber hacerlo muy bien. Se sintió pues, torpe y poco importante, como estando de sobra, entonces empezó a estar muy triste. Al poco tiempo recibió la visita de la reina, quien le pidió que la acompañara durante el duro invierno como asistente.Ahora estaba loca de contenta, y empezó rápido a aprender su oficio para estar preparada para cuando llegara el frío.
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